Era 22 de Julio y el Campus Party 2015 estaba por comenzar.
Ignacio y yo empacamos rápidamente la noche anterior y abordamos al borde de la media noche un autobús con rumbo a Zapopan, Jalisco; que para fortuna o desgracia nos hizo llegar un par de horas antes de lo esperado.
Al llegar, tuvimos que esperar en la central, tomar un taxi y semi confundidos hicimos fila por la madrugada, nos registramos, dejamos nuestras cosas y empezamos a ver que habría por hacer en toda la semana de actividades.
Llegando al Campus Party 2015
Casi al llegar nos encontramos con Javier, un muy buen amigo de Ensenada que se animó a acudir con nosotros al evento. Y una vez reunidos y momentos después de un registro un tanto caótico en el área de camping – ya que se permitió acampar en el evento-, decidimos bajar a las mesas de trabajo, ya que todo mundo comentaba que ahí había conexión a internet.
Ya una vez conectados a internet y con los programas de actividades en mano, cada uno agendó sus actividades según sus propios intereses, reuniéndonos esporádicamente en las mesas de trabajo.
Día 1
Ese primer día prácticamente tapicé mi agenda de charlas referentes a emprendimiento y cultura. Sin embargo y por desgracia, las que fueron enfocadas a cultura fueron canceladas a último minuto por motivos que aún ignoro o en ocasiones, simplemente el ponente no llegaba.
No obstante, eso no me hizo desistir. Inmediatamente cancelada una ponencia buscaba rápidamente otra que me interesara o que estuviera en curso. Algunas referentes al campo del diseño gráfico o el diseño de experiencia de usuario.
Sin embargo -y para seguir con los desánimos de ese primer día-, algunas de éstas pláticas eran muy generales y tenían nombres muy atractivos para quienes se quieren iniciar en la tecnología, pero terminaban siendo casi comerciales de productos o servicios que buscaban invitar a los asistentes más que en sí aportar valor con base en la experiencia del expositor.
Porque eso sí, lo de vender se nota que lo llevamos muy en las venas. A sólo un par de horas de haber iniciado el evento, varios de los asistentes montaron sus propios negocios de venta de comida, camisetas, electrónicos y demás artículos que siendo sinceros, nos salvaron el día a varios de nosotros. Inclusive, se hicieron grupos de venta en Facebook y hashtags en Twitter para poder estar todos en contacto.
Ya por último, la noche cerró con una bienvenida amenizada por un poco de música a cargo de la Orquesta Sinfónica de Zapopan, donde tocaron soundtracks de Star Wars, The Legend of Zelda, Game of Thrones, Halo, Lord of the Rings, entre muchas otras.
Día 2
El segundo día me levanté un tanto desanimado de las últimas pláticas que si no eran lo que prometían, eran muy generales o simplemente se cancelaban. Así que decidí cambiar mi estrategia buscando en cambio, pláticas más específicas y talleres.
Simplemente algo que me permitiera desarrollar algo interesante.
Y lo encontré, ya que uno de éstos talleres en particular me vino como anillo al dedo. Era un taller enfocado a crear wearables para hacer música, principalmente basado en el uso de Arduino.
Fue fantástico. Me impresionó la facilidad de tomar un microcontrolador, coserlo directamente a una prenda, soldar un par de cables, calibrarlo y escribir un poco de código para que responda.
Si, suena complicado. Pero creo que en los próximos años hasta los sastres tendrán que saber un poco de ello para poder seguir en el mapa y agregar gran valor a lo que podemos hacer con prácticamente cualquier prenda que llevemos puesta.
Y una vez terminado el taller -casi después de 4 horas-, me había perdido un par de ponencias interesantes. Pero no me importó, y mejor me fui a trabajar un poco al área de mesas y computadoras.
Día 3
El tercer día me interesó quedarme a trabajar todo el día en las mesas más que en sí asistir a las ponencias. Creo que fue principalmente por el hecho de que no ví muchas que me llamaran la atención ese día y segundo, porque tenía un par de pendientes por hacer.
Aunque sentado, uno tampoco queda exento de conocer gente nueva y ver uno que otro artilugio volando por ahí.
Sin embargo, en un momento determinado me sentí enciclado y busqué nuevamente alguna ponencia que me llamara la atención. Y encontré una impartida por Alejandro Gutiérrez Lizardi y Eduardo Garza (voz de Krilin en Dragon Ball Z) acerca del doblaje y localización en videojuegos.
Día 4
El cuarto día me la llevé más tiempo dormido. Si mal no recuerdo, me dormí bastante tarde la noche anterior y ya traía un poco de cansancio acumulado.
Al despertar, opté por llevármela más tranquilo. Iría sólo a un par de ponencias, una de producción audiovisual por el equipo de Cinema Fantasma, que trabajan en proyectos independientes y otros junto a Cartoon Network; y otra plática de Customer Experience en la era digital por Raquel Trejo.
Me dí una vuelta también por los stands de startups, donde pude ver algunos proyectos interesantes como Euphonia, una pequeña empresa que busca competir en el campo de los auriculares con reproducción ósea.
Y poco después de eso, me fui a turistear por los stands de videojuegos y de muchos otros que no me había dado la oportunidad de revisar ni probar personalmente.
Día 5
Y bueno, el día cinco realmente no hicimos mucho. O quizás si, ya que todo mundo nos desvelamos quizás con el afán de que aquello no terminara. Un animador por acá, otro por allá.
Y en ocasiones simplemente alguien tomaba cualquier excusa e iniciaba una competencia. Algo bastante divertido.
Ya al final y un par de horas después, sólo nos despedimos, tomamos un par de fotos y empacamos nuestras cosas.
Partimos cada quien hacia su propio rumbo.
Conclusiones
Fue un evento muy entretenido. Desgraciadamente, la calidad de algunas de las ponencias era muy pobre y otras desbordaban de temas de donde seguir pero el tiempo era reducido. Quizás la misma organización caótica al momento de registrarnos al entrar fue la misma que se dió en la logística de las ponencias.
El servicio de internet era poco menos que regular. En ocasiones funcionaba, la señal WIFI casi nunca funcionaba y la conexión Ethernet mostraba ciertas intermitencias. Lo peor del caso es que el evento es precisamente de conectividad y problemas tan básicos como esos son bastante notables.
Quizás lo mejor de todo es que si una persona acude con pocos conocimientos tecnológicos puede enamorarse de la cantidad impresionantes de cosas por hacer. En ese aspecto, lo recomiendo mucho.
O incluso, sólo para hacer nuevos amigos.
[…] creo que también este mismo movimiento puede ser una de las razones por la que eventos como Campus Party ahora se realizan en […]